El objetivo en este proyecto fue detectar y corregir fallas legales y de diseño en un packaging. Elegí el Ink Velvet de Peripera porque descubrí que su empaque no cumplía con varias normativas chilenas: no tenía la traducción al español de la información del producto, le faltaba el sello de que no es testeado en animales y tampoco mostraba el número de registro del ISP. Por lo tanto, me dediqué a rediseñar el packaging. Mi solución no solo cumplió con todas las exigencias legales, sino que también propuso una versión ecológica y un diseño visualmente más atractivo para un público juvenil.