Este proyecto surge como una reestructuración de la marca Marley Coffee, explorando su identidad a través del diseño de espacios y su conexión con el movimiento rastafari. La propuesta integra arquitectura biofílica y el concepto de “open mind”, relacionándolo con la división de la mente en tres niveles: consciente, inconsciente y subconsciente.El diseño del café tiene una forma rectangular, donde la mitad del espacio se divide en dos sectores: uno enfocado en la productividad y el trabajo, y otro destinado a la relajación con puffs, fomentando una experiencia equilibrada para los usuarios. Además, la distribución del espacio guía al usuario en un recorrido que representa el viaje por los distintos niveles de la mente, desde lo consciente hasta lo subconsciente, generando una experiencia inmersiva que transforma el consumo de café en un acto de exploración sensorial y apertura mental, alineándose con los valores de la marca.